Al momento que se nos ocurre poner en el mercado algo que solucione y haga más fácil la vida a los humanos, inicia el proceso de ponerle un nombre a este proyecto para que sea identificado por sus futuros clientes. A este proceso se le llama NAMING, que será el punto de partida para darle vida al posicionamiento de marca dentro del mercado, adaptado a los valores que queremos transmitir y así poder tener claridad para nuestros futuros clientes.
Este proceso es como ponerle un nombre a tu bebe y sabrás que llamará así para toda la vida y será reconocido donde quiera que vaya.
Debes tomar en cuenta:
CONCISO y muy sencillo de recordar (se sugiere 3 sílabas) para un mejor posicionamiento en la mente .
CLARIDAD al decirlo para que sea agradable al oído y que estimule al cerebro a poder darle la oportunidad de conocer y disfrutar y que se debe tener relación con lo que ofreces.
ORIGINAL ser un factor único y muy propio, para que al momento de llegar a otros lugares, no se encuentre choque entre otros productos o servicios que pudieras encontrar, si lo único que varia es una letra y es el mismo nombre, se sugiera siempre investigar si no existe el nombre que sugieres, con otras dentro del lugar.
Si tu nombre es de impacto dentro del mercado, se sugiere siempre tener un registro en la propiedad intelectual, para que este no pueda ser utilizado por otras personas, que coinciden con el nombre de tu producto o servicio.
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